La Cámara Comercial confirmó la decisión de la SSN: TPC Seguros pierde definitivamente su autorización para operar y deberá liquidarse.
El fallo expuso un combo de irregularidades graves: insolvencia contable, pagos incumplidos a asegurados, reservas judiciales insuficientes, oficinas cerradas que bloqueaban la fiscalización y maniobras contables cuestionables.
A esto se sumaron cheques rechazados, uso de financiamiento prohibido y manejo de fondos fuera del sistema bancario formal, prácticas que ponen en jaque la transparencia mínima exigida a cualquier aseguradora.
La Justicia concluyó que TPC no logró demostrar correcciones ni pruebas que justificaran su continuidad. Así, se confirma lo que era un final anunciado: una compañía inviable, cuya salida refuerza la necesidad de controles firmes para proteger al mercado y a los asegurados.
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